Pornografía infantil
Se denomina pornografía infantil a toda representación por cualquier medio de comunicación de un niño o niña menor de 18 años de edad, o con aspecto de niña o niño, involucrados en actividades sexuales reales o simuladas, de manera explícita o sugerida, con cualquier fin. El consentimiento por parte de las niñas o los niños por participar en la pornografía, no es válido.
Puede tratarse de representaciones visuales, descriptivas o incluso sonoras.
El acceso a contenidos pornográficos en general ha evolucionado según han evolucionado los distintos medios; literatura, fotografía, video, cine, DVD, dibujos de animación y en los últimos años Internet. Internet ha permitido detectar y perseguir a productores y distribuidores de contenidos ilegales que durante décadas habían operado impunemente, pero también ha facilitado enormemente el acceso a este tipo de pornografía.
El problema de la explotación sexual comercial infantil entendida esta como “toda situación en la cual una persona menor de 18 años es forzada o inducida a ejecutar actos que involucran partes de su cuerpo para satisfacer los deseos sexuales de una tercera persona o de un grupo de personas” y en la cual “no es necesario en ninguna forma, que este intercambio reporte algún tipo de remuneración, para el niño, niña o adolescente”.
Es un fenómeno mundial que no es propio de ninguna cultura, étnia, religión, grupo social o contexto económico.
La explotación sexual comercial, es asimilada a una forma de tortura, pues cada acto de abuso del cuerpo es un trato cruel e inhumano, que provoca dolor, vergüenza y atenta contra la dignidad, la vida y la salud de los niños y las niñas que la padecen, además; su sometimiento los redunde o los degrada a la condición de “objeto”.
La ejecución de dichos actos viola los derechos más representativos de la democracia, así como los atributos de la dignidad y la libertad humanas.
Se estima que dos millones de niñas y niños son explotados sexualmente por medio de la prostitución y la pornografía.
El surgimiento de redes transnacionales de explotadores ha consolidado un verdadero negocio de comercio de sexo donde uno de los medios más utilizados son las redes globales de información a través de Internet que permiten captar poblaciones vulnerables, especialmente niños, niñas y adolescentes que por su condición de fragilidad, de deprivación, de inocencia, de facilidad de acceso a éste medio y en ocasiones sin control de un adulto, son enganchados para su utilización en estas prácticas de explotación, especialmente en la pornografía.
Las apersonas que explotan niños y niñas usan la tecnología porque la comunicación se hace más barata, fácil y rápida. La pornografía a través de la red facilita el enganche de los niños y niñas para ser utilizados en la producción de material pornográfico, de ahí que esta actividad se convierta en un negocio apetecido y rentable de compra, venta y distribución de dicho material, del cual se obtienen grandes ganancias económicas.
Todos los niños, niñas y adolescentes están expuestos a ser víctimas de la pornografía, independientemente de su condición social y económica. Sin embargo, hay un grupo que está en mayor riesgo por su vulnerabilidad social (viven en la calle, carecen de un sistema familiar efectivo, trabajan en situaciones de alto riesgo, consumen drogas o son víctimas de otra modalidad de explotación sexual) y su utilización en la pornografía retroalimenta y refuerza esa condición de vulnerabilidad.
FUENTE: DR. ENRIQUE MENDOZA
Se denomina pornografía infantil a toda representación por cualquier medio de comunicación de un niño o niña menor de 18 años de edad, o con aspecto de niña o niño, involucrados en actividades sexuales reales o simuladas, de manera explícita o sugerida, con cualquier fin. El consentimiento por parte de las niñas o los niños por participar en la pornografía, no es válido.
Puede tratarse de representaciones visuales, descriptivas o incluso sonoras.
El acceso a contenidos pornográficos en general ha evolucionado según han evolucionado los distintos medios; literatura, fotografía, video, cine, DVD, dibujos de animación y en los últimos años Internet. Internet ha permitido detectar y perseguir a productores y distribuidores de contenidos ilegales que durante décadas habían operado impunemente, pero también ha facilitado enormemente el acceso a este tipo de pornografía.
El problema de la explotación sexual comercial infantil entendida esta como “toda situación en la cual una persona menor de 18 años es forzada o inducida a ejecutar actos que involucran partes de su cuerpo para satisfacer los deseos sexuales de una tercera persona o de un grupo de personas” y en la cual “no es necesario en ninguna forma, que este intercambio reporte algún tipo de remuneración, para el niño, niña o adolescente”.
Es un fenómeno mundial que no es propio de ninguna cultura, étnia, religión, grupo social o contexto económico.
La explotación sexual comercial, es asimilada a una forma de tortura, pues cada acto de abuso del cuerpo es un trato cruel e inhumano, que provoca dolor, vergüenza y atenta contra la dignidad, la vida y la salud de los niños y las niñas que la padecen, además; su sometimiento los redunde o los degrada a la condición de “objeto”.
La ejecución de dichos actos viola los derechos más representativos de la democracia, así como los atributos de la dignidad y la libertad humanas.
Se estima que dos millones de niñas y niños son explotados sexualmente por medio de la prostitución y la pornografía.
El surgimiento de redes transnacionales de explotadores ha consolidado un verdadero negocio de comercio de sexo donde uno de los medios más utilizados son las redes globales de información a través de Internet que permiten captar poblaciones vulnerables, especialmente niños, niñas y adolescentes que por su condición de fragilidad, de deprivación, de inocencia, de facilidad de acceso a éste medio y en ocasiones sin control de un adulto, son enganchados para su utilización en estas prácticas de explotación, especialmente en la pornografía.
Las apersonas que explotan niños y niñas usan la tecnología porque la comunicación se hace más barata, fácil y rápida. La pornografía a través de la red facilita el enganche de los niños y niñas para ser utilizados en la producción de material pornográfico, de ahí que esta actividad se convierta en un negocio apetecido y rentable de compra, venta y distribución de dicho material, del cual se obtienen grandes ganancias económicas.
Todos los niños, niñas y adolescentes están expuestos a ser víctimas de la pornografía, independientemente de su condición social y económica. Sin embargo, hay un grupo que está en mayor riesgo por su vulnerabilidad social (viven en la calle, carecen de un sistema familiar efectivo, trabajan en situaciones de alto riesgo, consumen drogas o son víctimas de otra modalidad de explotación sexual) y su utilización en la pornografía retroalimenta y refuerza esa condición de vulnerabilidad.
FUENTE: DR. ENRIQUE MENDOZA
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2 comentarios:
Muy completa esta anotación, nos deja de una forma clara, lo que es esta lacra social, estoy de acuerdo con que es una forma de tortura, pues es un trato cruel e inhumano, que provoca dolor, vergüenza y atenta contra la dignidad, como bien dices, es algo que no se puede dejar de condenar, y tratar de que no ocurra más. "No a la pornografía infantil", Saludos
Verónica, estamos en contra de la Pornografia Infantil y cualquier tipo de abuso, que puede dañar a las personas, la ejecución de dichos actos viola los derechos más representativos de la democracia, así como los atributos de la dignidad y la libertad humanas.
Se estima que dos millones de niñas y niños son explotados sexualmente por medio de la prostitución y la pornografía. Nuestro mensaje es de esperanza, SIEMPRE HAY SALIDA, para las victimas, contamos con profesionales calificados, para ayudarles, y esperamos que estas practicas tan dañinas, se terminen. Saludos
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